
Por Catalina Rodríguez Vergara.
Hoy estamos todos con los ojos puestos en el calendario, ansiando la llegada del 18 de septiembre. Durante esta celebración, muchas personas toman decisiones impulsivas bajo la excusa de que es “¡Por la patria!” e inevitablemente, surge la pregunta, ¿Cuál es, finalmente, la patria chilena?
Cuando pensamos en la patria, pensamos en figuras fundacionales como O’Higgins, los hermanos Carrera o Manuel Rodríguez; héroes inmortalizados en estatuas distribuidas por el país y persistentes en el imaginario patrio. Pero también son lejanos, están congelados y desconectados de lo que somos hoy.
La RAE define patria como el lugar de nacimiento, ligado a vínculos afectivos, jurídicos e históricos. En latín, “patria” viene de “pater”, que significa padre. Y en la visión grecorromana la patria era un sentimiento tan fuerte que exigía acciones de cuidado y servicio, como aquellas que hacemos hacia nuestros propios padres. Pero ¿estas definiciones alcanzan para abarcar lo que es la patria chilena hoy?
En los orígenes del 18 de septiembre, durante 1810, la idea de patria se cocinaba alrededor de la rebeldía: insurgir contra los símbolos y mandatos de la monarquía española. Pienso que este actuar provocó que nuestra patria chilena naciera como un acto de rebeldía y resistencia frente a un poder impuesto, que además era ajeno y externo. Este gesto nos recuerda que la patria no es estática, sino un terreno en disputa.
MUY bueno, claro y asertivo tu comentario Catalina, excelente.