Este jueves, el Gobierno usó el Artículo 49.3 de la Constitución francesa para aprobar la norma sin votación en la Asamblea Nacional.
El Presidente francés, Emmanuel Macron y su Gobierno, enfrentan una crisis política tras la aprobación por decreto y sin voto en la Asamblea Nacional de la nueva reforma de las pensiones.
Tras la decisión del Ejecutivo de esquivar el voto de la Asamblea Nacional y las masivas protestas de la víspera, la líder ultraderechista Marine Le Pen adelantó que su grupo parlamentario votará a favor de cualquier moción de censura, aunque sea de la izquierda, para detener la reforma y hacer cambios en el Gobierno.
Este jueves, el Gobierno usó el Artículo 49.3 de la Constitución francesa para aprobar la norma sin votación en la Asamblea Nacional, que elevará la edad de jubilación de 62 a 64 años. Como consecuencia, miles de personas salieron a las calles de varias ciudades del país.
El Ministerio del Interior francés anunció el despliegue de 11 mil policías y gendarmes, 4 mil de ellos en la capital, pues jornadas anteriores transcurrieron con algunos incidentes violentos y decenas de arrestos. Algunos manifestantes quemaron contenedores, montaron barricadas y destruyeron automóviles.
Los recolectores de basura se sumaron a las protestas multitudinarias contra la reforma de pensiones, impuesta este jueves por decreto del Gobierno. El paro de sus labores se extiende ya por 12 días y provocó que en las calles de la capital gala haya más de 9 mil toneladas de residuos sólidos.
La CGT y otros sindicatos ya hicieron saber que proseguirán las movilizaciones hasta que el Gobierno retire la reforma.
Por nuestro medio asociado TeleSUR.