James Hamilton leyó un comunicado tras reuniones con el pontífice. Reconoció que Francisco “pidió formalmente perdón a nombre propio y a nombre de la Iglesia”.
Las víctimas de abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima, afirmaron que “esperamos que el papa transforme su perdón en acciones ejemplares”, al comentar las reuniones sostenidas este último fin de semana en el Vaticano con el pontífice.
A través de una declaración pública leída por James Hamilton, los tres afectados apuntaron que “estos días conocimos un rostro amigable de la Iglesia, totalmente diferente al que conocimos antes”.
Hamilton prosiguió leyendo que “el papa nos pidió formalmente perdón a nombre propio y a nombre de la Iglesia Universal. Reconocemos y agradecemos este gesto y la enorme hospitalidad y generosidad de estos días”.
La declaración, también firmada por Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, revela que “pudimos conversar de manera respetuosa y franca con el papa. Abordamos temas difíciles, como el abuso sexual, el abuso de poder y, sobre todo, el encubrimiento de los obispos chilenos”.
Los tres denunciantes comentaron que a estas realidades “no nos referimos como pecados, sino (como) crímenes y corrupción que no se agotan en Chile, sino que son una epidemia que ha destruido miles de vidas de niños, niñas y jóvenes, personas que confiaron y que fueron traicionadas en su fe y en su confianza”.
Las víctimas también informaron que “el papa se mostró muy receptivo, atento y empático durante las intensas y largas horas de conversación. Esto fue muy significativo y de ahí nació la idea de generar sugerencias, que nos comprometimos a enviarle durante los próximos días”.
Cruz, Murillo y Hamilton, remarcaron que “no depende de nosotros que se lleven a cabo las necesarias transformaciones en la Iglesia para detener la epidemia del abuso sexual y el encubrimiento. Esperamos que el papa transforme en acciones ejemplares y ejemplificadoras sus cariñosas palabras de perdón. De no ser así, todo esto será letra muerta”.
Los tres denunciantes de Karadima concluyeron que “decidimos aceptar esta invitación en nombre de miles de personas que han sido víctimas de abuso sexual y encubrimiento de la Iglesia Católica. Ellos le han dado el sentido a nuestra visita”.